Electroválvulas de baja presión.
Una de las claves para poder conseguir dicho fin está en el almacenaje del agua. Es esencial poder contar con depósitos, ajibes, que mantengan agua almacenada para el posterior uso para riego. A partir de aquí, con una salida de dicho depósito (almacén) necesitaremos una electroválvula de baja presión. ¿Por qué este tipo de electroválvulas? Porque son las que permiten poder regular el paso del agua a presiones tan bajas.
Hay que tener en cuenta que si una electroválvula normal puede trabajar sometida a una presión mínima de 0,5 bares, esto implica que el desnivel entre el depósito y la posición donde está la válvula deberá ser de al menos 5 metros. En caso contrario, no estaría garantizada la apertura de la válvula.
En cambio, con una electroválvula de baja presión, el rango de presiones para el funcionamiento correcto de la misma comienza en 0,05 bares, lo que implica que este desnivel entre el depósito y la válvula se reduce a 50 cm, 0.5 metros.
Con esta diferencia, el diseño de nuestro riego cambia y tenemos más fácil poder realizar un riego automático por goteo, a través del vaciado del depósito.
Será siempre aconsejable que en la salida del depósito, después del pasamuros, tuviéramos instalados una llave de paso y un filtro para que el agua llegue limpia a los goteros y no se produzcan obstrucciones.